BULIMIA ANOREXIA: Ser la misma de antes

bulimia anorexia en la adolescencia
Email: consultas@psicoanalisisadiario.com Nota: Los datos sensibles fueron alterados a fin de preservar el anonimato del sujeto.

Patologías alimentarias en la adolescencia 

 Las patologías alimentarias en la adolescencia suelen surgir como respuesta sintomática a los numerosos problemas fundamentales que el joven debe atravesar para constituirse como ser sexuado, y ante el problema del establecimiento de nuevos lazos sociales. Es una fase de la vida en la cual se conforman nuevas investiduras objetales, es decir, modelos de referencia distintos de los familiares. Identificarse a un grupo de pares, el amor desmedido por una personalidad del cine o la TV son parte del trabajo de separación del adolescente, a fin de desapegarse del Otro genitorial y de su precedente realidad de niño, para consentir el proceso de subjetivación. Freud subraya el alcance traumático de este momento y señala la crisis adolescente como un arduo trabajo de elaboración en relación a la re-edición del Complejo de Edipo. En efecto, el pasaje de la niñez a la adolescencia procede sin mayores sobresaltos si el joven fue inscrito de algún modo como sujeto sexuado. Por el contrario, la aparición de los caracteres sexuales secundarios podría volverse un momento extremadamente crítico.

Un tiempo ideal

«Ayúdeme a volver a ser la de antes». Son las primeras palabras y la única demanda que esta adolescente de quince años me dirige durante las primeras semanas. Lucía se presenta en el consultorio porque dice padecer violentas crisis bulímicas que le causan una profunda angustia, para luego autolesionarse procurándose cortes con la afeitadora del padre. ¿Quién es “la de antes”? El tiempo ideal al cual Lucía hace referencia se relaciona con su anterior condición anoréxica que inicia alrededor de los once años, unos meses después de la menarca. La decisión de perder peso sigue al comentario de un coetáneo: “¿Viste cómo creció Lucía?”, en alusión al seno incipiente que comenzaba a notarse. La fase anoréxica pasa desapercibida a ojos de los padres. Lucía pierde peso, la menstruación desaparece. Su extrema delgadez alarma a los profesores, sin embargo para ella ése fue un tiempo perfecto: “las camisetas me caían sin marcar ninguna forma, era la mejor en la escuela, todo andaba bien y sabía qué hacer, era la hija modelo, la alumna modelo”.

Todo o nada

La bulimia irrumpe repentinamente con motivo de un viaje escolar. Lucía siente unas ganas incontenibles de comer para después vomitar y propinarse cortes en el cuerpo. Naufraga el ideal de perfección sintiéndose llena de vergüenza, culpa y enojada consigo misma por no mantener la anterior compostura. En la sesión, describe los síntomas alimentarios una y otra vez. Los impulsos hacia la comida se inscriben en un cuerpo sufriente que no puede controlar. Para ella, la aparición del seno no es un cambio ligado a la femineidad sino un exceso que debe perder. De la misma manera, si le pregunto por la falta de menstruación, no siente preocupación alguna. Tomada por la ley del todo o nada, dice: “si como una galleta de más, ya no puedo parar y termino todo el paquete. Estoy perdida”. Análogamente: «si pienso que no me voy a sacar un diez en la escuela, ni voy». Respecto al cuerpo, Lucía no se orienta por un ideal de perfección, más bien describe una preocupación constante por la posibilidad de poder ser traicionada por éste, revelando a ojos de los otros, sus fracasos: “si como algo de más, se me nota, engordo enseguida. Tengo que salir a correr todos los días”. Para la joven, ese es el motivo por el cual no puede estar con sus pares: “los demás sabrían de inmediato que estoy sucia, que no hice lo que tenía que hacer. No puedo soportarlo”. Cuando cede a los atracones, la mayor parte de las veces y casi inmediatamente después, se procura cortes en el cuerpo. De la misma manera, para expresar su dolor, los muestra a su madre en una escena muda. Lucía se siente apaciguada solo temporalmente cuando corre, pesa los alimentos u obtiene ese éxito escolar que considera logre cumplir las expectativas de sus padres. Ellos, por su parte, parecen adherir a esa voluntad de control, conquistados por una hija tan singular en la cual ven la realización de las aspiraciones de rescate cultural de la familia. Lecturas particularmente ambiciosas la hacen visible ante sus genitores: “en quinto grado solía leer Eurípides. Soy la única de la familia que hizo la escuela secundaria”. Describe a su madre como especial, es quien la entiende “sin ni siquiera tener que hablar”. Su opinión sobre el padre se alinea al pensamiento materno: “por su condición de hombre no entiende. Inventa todo tipo de excusas para alejarse de casa”. A través de la boca de Lucía, las quejas de la madre comienzan a colmar las sesiones. Cuenta que desde que nació la hermana, seis años menor, las tres duermen en el lecho matrimonial y el padre en la habitación de Lucía.

Otro corte

Un objeto sugerido por la analista logra alterar su ritual alimentario, posibilitando cierto aplazamiento de la compulsión. Comienza entonces a interrogarse: “ahora sé que puedo evitarlo, pero es como si no quisiera renunciar, me hace mal pero quiero seguir haciéndolo. No entiendo el por qué”. Posteriormente, agrega que le gustaría que el padre comprendiera  que se siente realmente mal. Recuerda un sabor de antaño, los muffins, a los que no podía resistirse: “es como si quisiera decir -ahora los como a todos, los destruyo para que ese recuerdo no pueda devorarme-. El recuerdo de cómo era todo antes”. Pasado casi un año del inicio del tratamiento, Lucía reduce significativamente la medicación, recupera peso y la menstruación. Volvió además a dormir en su cama: “ahora hago cosas normales, aunque a veces piense en la comida”. Actualmente, reclama la atención de las amigas que ella misma había alejado. “Para que yo exista, ¿necesito un certificado de bulímica? Dice tener nostalgia por algo que aún no logra concretar: recuperar la relación con su padre, que actualmente siente más cercano.

Consideraciones

La irrupción de lo sexual resquebrajó en Lucia las identificaciones infantiles, haciendo vacilar su posición de sujeto en el interior de la lógica familiar. El alcance traumático del evento fue justamente la pérdida de sus anteriores puntos de referencia en medio a una serie de transformaciones corporales que parecieron agobiarla. La función que cumplió en un primer momento el síntoma anoréxico fue la de regular un cuerpo fuera de control. Un modo para “limpiarlo” de ese real percibido como ingobernable. De este modo, Lucía borra un seno incipiente al que un compañero de escuela había dirigido su mirada. Ese tiempo ideal de niña fue reseteado a través del ayuno. Posteriormente, una excursión escolar dispara otro momento del síntoma: la bulimia. El cuerpo-boca testimonia en Lucia una dificultad en la capacidad de simbolización respecto de la separación del Otro materno. La paciente, que lo devoraba todo, silenciaba su palabra. No “decía” a la madre sino que le mostraba los cortes en sus brazos luego del atracón. En su relación con ella, Lucia la sostenía con su síntoma convirtiéndose en ese objeto sacrificial necesario para lograr cierto equilibrio en la economía familiar: una debía ser acudida y sostenida en relación a los problemas con su marido; la otra, se ofrece como instrumento para que ello sea posible a través del retorno a un supuesto tiempo ideal de niña. La cura develó la función de separación del síntoma alimentario en su disfuncionalidad logrando a través del análisis, una separación «otra» del lazo mortífero con la madre.
  • Autor: Lic. Rosana Alvarez Mullner
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
  1. Brousse, M.H. (2005), Un neologismo de actualidad: La parentalidad, artículo publicado en La Cause freudienne 60, Les nouvelles utopies de la famillie, París, Francia, ed. Ecole de la Cause Freudienne.
  2. Eidelberg, A., Schejtman, F. (2003), Anorexia, bulimia, síntomas actuales de lo femenino, Buenos Aires, Argentina, Serie Bucle.
  3. Freud, S. (1992), El yo y el Ello y otras obras, artículo: El sepultamiento del Complejo de Edipo, tomo XIX (1923-24), Buenos Aires, Argentina, Amorrortu editores.
  4. Lacan, J. (1984), Escritos II, artículo: La significación del falo (1958), México, ed. Siglo XXI.
  5. Lacan, J. (1994), La relación de objeto, El Seminario libro 4 (1956-57),  Barcelona, España, Paidós.