Comentario del film Entre los muros| Francia 2018 | Laurent Cantet
Texto formalizado para la Cátedra de Formación Docente de la Universidad de Palermo.
Agresividad y asimetría. Un profesor francés
Según Miller (2008) podemos distinguir dos tipos de agresividad: una de ellas hacia el semejante, aquel con quien un determinado sujeto se mide o identifica y la segunda, mayormente emparentada con el racismo, donde el prójimo es visto como un ser completamente disímil.
En la agresividad hacia el semejante, el individuo abriga sentimientos de competencia, rivalidad o envidia. La distinguimos entre hermanos o pares. Por otra parte, en la agresividad hacia el prójimo, el otro es percibido como un ser de una diversidad absoluta, con diferencias que pueden resultar amenazantes o aplastantes para el individuo que las experimenta.
En el film Entre los Muros, el sr. Marín es profesor de lenguas de una escuela secundaria con alto porcentaje de multiculturalidad. Los alumnos de su clase son para él individuos completamente lejanos a su forma de vivir, sentir y pensar. La diferencia de etnias y sus correspondientes culturas parecen desorganizarlo como sujeto. De modo que en vez de buscar un lenguaje común facilitador del proceso de aprendizaje, se ampara en aquello que lo ratifica y sostiene: su “ser francés”.
Como en todo sistema racista vienen atribuidas características negativas al grupo en cuestión, en este caso, el alumnado. El profesor Marín considera a sus estudiantes incapaces de superar ciertos límites de aprendizaje. En concordancia, responde por ejemplo a un colega que “Voltaire es muy difícil para ellos”, cuando conversan sobre el programa de lengua. Específicamente, en el caso de un estudiante problemático de origen marroquí llamado Zuliman, se observa claramente este tipo de lógica. El profesor entiende que molesta en clase porque “alcanzó su límite”. De nada sirve que las delegadas del curso le recuerden que Zuliman alzó su promedio. Análogamente, cuando una alumna intenta responder la pregunta hecha por el profesor, iniciando con la frase: “creo que me voy a equivocar”, éste la ratifica: “Yo también lo creo”. La idea sobre lo limitado de las capacidades de los estudiantes es una sentencia presente todo el tiempo. De ahí que la relación instaurada con los alumnos sea de desconocimiento y subestimación. Por lo mismo, contrasta asiduamente con ellos. De hecho, utiliza sus conocimientos académicos como escudo que lo mantiene alejado o como instrumento que fortalece las diferencias, en una especie de forcejeo constante. Cuando surge un tema de interés para los estudiantes o responden a un estímulo dado en clase, el profesor duda de sus capacidades, no les cree, los desautoriza. La asimetría profesor-alumno pareciera ser más bien una defensa inconsciente sintomática del Sr. Marín, que una pauta de relación válida del sistema escolar.
La falta de respeto hacia sus alumnos o el requerirlo hacia sí mismo en forma coercitiva son parte de esta posición asimétrica disfuncional, que no es sin consecuencias. Las manifestaciones de insatisfacción por parte del alumnado frente a la agresividad del profesor son una reacción desde “la diferencia” misma, que acrecienta y fomenta la brecha, pero que paradójicamente coloca al profesor y a los alumnos en un mismo plano: una simetría imaginaria todavía más disfuncional, visto que se involucra con ellos casi exclusivamente en las disputas que genera su postura. El resultado es la privacidad expuesta del enseñante debido al continuo increpar del alumnado además de algún momento de aprendizaje, aunque siempre cargado de tensión hacia su persona.
Escuela vs. Institución
Si pensamos en la Escuela como algo diferenciable de la Institución, se consiguen examinar algunas consecuencias de lo que podría llamarse su “Institucionalización”. En relación a ello, la etimología nos lleva a establecer divergencias significativas:
ˋEscuelá viene del griego ˋσχολἤ, que originariamente significa ʽdescansoʼ, ʽvacaciónʼ, ʽtiempo libreʼ, ʽocioʼ ʽpazʼ, ʽtranquilidadʼ. El verbo correspondiente a este sustantivo era ʽσχολἀζωʼ cuyo sentido era igualmente estar ocioso; desocupado; tener tiempo para; estar libre, dedicar, consagrar tiempo (a algo) La escuela era el lugar donde, libre de preocupaciones o de las urgencias de la vida, las personas tenían tiempo para formarse y cultivarse dedicándose a lo que las gustaba y las humanizaba. En relación con esta idea, la palabra ʽestudioʼ y el verbo ʽestudiarʼ vienen del latín. El sustantivo ʽstudiumʼ en latín significaba ʽempeñoʼ, ʽaficiónʼ, ʽafánʼ (sobre todo, afán de aprender ʽstudium discendiʼ). También el estudio era el desvelo o el afecto por alguien (ʽstudia habere alicuiusʼ era ʽgozar del afecto de alguienʼ). Hablar de estudiar algo sin gusto, como una pesada condena, resultaba contradictorio, imposible hasta tal punto que en latín para expresar que había que hacer algo a la fuerza, por obligación, se decía ʽnon studio, sed offcioʼ, es decir ʽno por afición, sino por deberʼ. El verbo ʽstudeoʼ, significaba ʽdedicarse a algo con afánʼ, ʽponer empeñoʼ… Estudiar era poner el alma en algo que a uno le gustaba y hacía libremente, lo cual no significaba que no exigiera un esfuerzo, que no fuera un trabajo. (Patio de filósofos, 2013)
Si bien es necesario que las instituciones funcionen reproduciendo leyes universales o tendientes a lo universal para que exista una organización de la estructura, la escuela entendida como lugar de formación y humanización, si es absorbida por la Institución, se ve afectada en su desempeño principal.
Normalmente escuela e institución se hallan en una tensión permanente. Muchas veces situaciones complejas como la multiculturalidad del alumnado ilustrada en el film podrían conducir a una institucionalización de la Escuela como solución facilitadora en la gestión de la población estudiantil. Los significantes del Ideal presentes en cualquier institución, adquieren entonces una centralidad substancial. El profesor es “alguien que sabe” pero por sobre todas las cosas sabe de la Institución, al punto de encarnarla. Paulatinamente el aprendizaje deja lugar a una serie de sanciones que ejercen una coartación sistemática sobre el alumno. Sostener la jerarquía pasa a ser más importante que la enseñanza.
En el film, la escuela se encuentra más cercana a lo Institucional que a la instrucción. De modo que la Institución acaba por habitar la Escuela. La experiencia de aprendizaje se vuelve jerarquizada convirtiéndose en la instancia más relevante. Cuando las jerarquías se hacen dueñas del discurso se acalla la particularidad del alumno. No se trata de suprimir su palabra sino de volverla trivial frente a este tipo de saber. Asimismo la posición incuestionable del profesor Marín se sostiene en ello.
Cuando la atención se coloca sobre la jerarquización de las relaciones, la escuela se torna tediosa y monótona. La pasión por el saber desfallece y lo nuevo se deja a un lado. Cobra relevancia lo que institucionaliza, como ser el cumplimento de un programa, la uniformidad o el estar todos de acuerdo. Quien transgreda la norma será sancionado. En el film, el problema con Zuliman se resuelve a través de la aplicación de la ley del “todos iguales”. La homogeneización forzada empareja y allana aquello que las autoridades escolares no entienden ni tratan de entender. La imposibilidad del manejo de las diferencias lleva en este caso, a su cancelación. El sistema escolar en vez de generar cambios positivos, amedrenta y excluye al alumno. No se busca la tolerancia y la aceptación de las diferencias. No hay un interés genuino por la diversidad. Entonces, ¿qué tipo de intervenciones podrían ser útiles para no devenir una Institución homogeneizante? Por un lado, las leyes del Estado no deberían intervenir en el interior de la Escuela sin ninguna interpretación específica. Lo sucedido en la estructura debería regirse a la luz de lo obtenido en la experiencia, madurada entre los muros escolásticos. Por otra parte, aceptar la singularidad disuade a las personas de la crueldad y la violencia.
- Autor: Lic. Rosana Alvarez Mullner
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Miller, J.A. (2008), L’Uno tutto solo, l’orientamento lacaniano, Astrolabio, Roma.
- https://patiodefilosofos.wordpress.com/2013/01/09/que-entendian-los-antiguos-por-estudiar-y-por-escuela/
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